- Los días lluviosos.
- Despertarme temprano pensando que es día de semana, y darme cuenta de que es sábado.
- Halagos/elogios.
- Dormir mucho, sobre todo estando extremadamente cansada.
- Amaneceres/atardeceres de color rosa.
- Sacar fotos.
- Conocer gente increíble que, inesperadamente, pasa a ser parte importantísima de la vida.
- Recitales.
- Estar en paz con mi familia.
- Sentir el perfume de él.
- Comprar, gastar mucha plata en cosas que amo y, probablemente, sean inútiles.
- Leer mensajes viejos y repasar cómo empezó todo.
- Aislarme del mundo escuchando música.
- Aprender cosas nuevas y que me gusten.
- Llorar por una película.
- No sentir culpa por nada.
- Pesarme y darme cuenta de que bajé un kilo.
- Comprar CDs.
- Tomar té.
- Dormirme abrazada a él.
- Darme cuenta de que estoy conociendo aspectos míos que jamás hubiera imaginado.
- Escribir. Tanto crear como hacer catarsis. Y después leerme.
- Las noches de los viernes.
- El frío.
- "Gracias por hacerme tan feliz, te quiero".
- Ir a la cancha.
- Soñar.
- Entender un tema de Matemática (...)
- El silencio.
- Hacer sonreír a alguien.
- Leer y descubrir cosas nuevas.
- Un abrazo de mamá; un inédito abrazo de papá. Un abrazo de una amiga.
- Despertarme y poder decir "qué buena noche".
- Hablar en inglés.
- Reírme hasta llorar, hasta que me duela todo.
- Verlo. Y, antes, sentir nervios como si fuesen las primeras veces.
