
Sé lo que es sentirse tan pequeño e insignificante como es humanamente posible. Que te puede doler en lugares que ni sabías que tenías. Y por más veces que te cambies el pelo, o vayas al gimnasio, o tomes unas copas de vino con tus amigas, te vas a la cama repasando hasta el último detalle. Preguntándote qué hiciste mal o cómo pudiste malentenderlo. Y cómo, durante ese breve instante, pensaste que eras feliz. A veces te convences de que él va a darse cuenta de su error y va a aparecerse.
Y después de todo eso, que puede ser un período largo o corto, te vas a un lugar nuevo, y conoces gente que te hace sentir bien otra vez, y recuperas todos esos pequeños trozos de tu alma.
Y todas esas cosas borrosas, esos años de tu vida que desperdiciaste, tarde o temprano empezarán a desaparecer.