
Cómo pasó el tiempo, y a la misma vez digo “cómo cambiaron las cosas”. Nada es como era hace poco. Es rarísimo saber que te conocí una noche de agosto de 2007 intentando despejar mi cabeza y pensar en otra cosa que no fuera mi primer “amor”, o mejor dicho la primera vez que sentía algo parecido al amor por un hombre. Para ser sincera no me acuerdo perfectamente de ese día, me vienen recuerdos borrosos a la cabeza. Me acuerdo que estaba en la PC llorando cuando empezamos a hablar. Te conté todo lo que me pasaba y me consolaste, cuando me contaste sobre vos me hiciste sentir que por fin había encontrado a una persona que me comprendía y que entendía que me estaban haciendo sentir. Fuiste en quien me pude apoyar y quien me hizo sonreír cuando nadie más podía. Pero fuiste un arma de doble filo: me habías levantado el ánimo y habías tenido la palabra justa cuando la necesité. Me hiciste olvidar el dolor, pero a esa altura, ¿cómo te iba a olvidar a vos?
No sé cómo fue que cambiaste. No me puedo acordar cuándo fue que diste un giro tan grande. Pasaste de hacerme sonreír a hacerme llorar y sufrir. Pasaste de preocuparte por mí a hacerme sentir que no te importaba si tragaba cianuro. ¿Cuándo fue que empezaste a hacerme sentir ganas de desaparecer? Es imposible olvidarme que por vos lloraba todos los días, y que estaba más sensible que nunca. Y no puedo creer que el día de hoy hablamos una vez por mes más o menos, cuando hace poco más de un año no podíamos dejar de hablar, ya fuera por msn, por mensaje, por teléfono. Intenté de todo para dejar de sentir lo que me hiciste sentir vos pero, ¿alguna vez va a haber alguien que me haga olvidarme de vos, como vos lograste hacerme olvidarlo a él? Sigo esperando, hace casi dos años. ¿Cuánto tiempo más va a tener que pasar? Te amo.
L.D.P.